Por: Jorge Cienfuegos
Alguna vez una persona me comentó que la calidad de un violinista puede comprobarse realmente si éste es capaz de interpretar las sublimes composiciones del virtuoso Niccolò Paganini, también conocido como «el violinista del diablo». Son pocas las personas que han podido interpretar dignamente lo escrito por el músico italiano, y entre ese selecto grupo hay un hombre que no solamente ha tocado sus piezas con maestría, sino que se convirtió en el mismísimo Paganini para la pantalla grande. ¿Su nombre? David Garrett.
El músico alemán es considerado uno de los intérpretes de música clásica más prodigiosos e importantes que hay en el mundo. Por sus interpretaciones y discos ha sido merecedor de múltiples reconocimientos, además del aplauso del público. Sin embargo, su pasión por el rock, su pasado como modelo, su larga cabellera rubia y su desenfadada manera de vestir para subir al escenario hacen que los puristas de la llamada música “culta” lo rechacen. Entre tus tesoros se encuentran dos violines, uno de Antonio Stradivari de 1718 y otro de Giovanni Battista Guadagnini de 1772, los cuales suele tocar de manera alternada.
Nacido en Aquisgrán el 4 de septiembre de 1980, de padre alemán y madre estadounidense, David Garrett es un violinista y modelo. Recibió las primeras lecciones musicales de parte de su padre, que había comprado un violín para su hermano mayor, cuando David sólo contaba con 4 años de edad. Le interesó y pronto aprendió a tocar. A los 7 años ya tocaba de manera regular ante un público. Enseguida se convirtió en alumno del conservatorio de Lübeck y más tarde fue a Berlín.
Inició su carrera discográfica en su adolescencia, con apenas 14 años. Sus inicios fueron en la emblemática casa disquera Deutsche Grammophon, nada menos que con Claudio Abbado, todo un referente en la dirección de orquestas.
En 1999, haciendo caso omiso a los deseos de su padre, se fue a Nueva York a estudiar en la prestigiosa escuela Juilliard, en donde fue alumno de Itzhak Perlman, y de la cual se graduó en 2004.
Después de finalizar sus estudios, Garrett decidió comenzar una nueva carrera como violinista de crossovers, intentando romper la amplia brecha entre las nuevas generaciones y la música clásica. En 2006, la famosa compañía de grabaciones Decca, lanzó su primer álbum de crossovers llamado «Free», el cual contiene piezas clásicas como «El vuelo del abejorro» de Nikolai Rimsky-Korsakov y el «Capricho No. 24» de Niccolò Paganini, así como un cover de «Nothing Else Matters» de Metallica. A partir de entonces ha tocado y adaptado diversas canciones de The Beatles, Queen, Michael Jackson, AC/DC, Nirvana, Guns N‘ Roses, Led Zeppelin y Coldplay, entre otros. Con ello, David Garrett se ha convertido en una estrella de rock en su natal Alemania, además de haberle dado la vuelta al mundo.
David Garrett ha colaborado con personalidades como el tenor Andrea Bocelli, la cantante Nicole Scherzinger, la guitarrista Orianthi y el legendario director de orquesta Zubin Mehta, entre otros. En 2012, Garrett fue invitado a la final de la UEFA Champions League 2011-2012 para acompañar al tenor alemán Jonas Kaufmann a interpretar el famoso himno del torneo. Sus habilidades con el violín también lo llevaron al séptimo arte para darle vida a Niccolò Paganini en El Violinista del Diablo, película que muestra el ascenso y éxito de uno de los mejores violinistas de la historia; su entonación, oído y técnica interpretativa le permitieron al virtuoso italiano expresar melodías exclusivas del sueño de un genio y su calidad era tan grande que sus contemporáneos llegaron a pensar que estaba poseído por el diablo.
Como curiosidad, cabe destacar que David Garrett entró al Libro de los Récords Guinness en mayo de 2008 por ser el violinista más rápido del mundo. La prueba para conseguir el récord consistía en interpretar «El vuelo del abejorro» lo más rápido posible, sin fallos y de manera que siga siendo reconocible la melodía. Logró detener el tiempo en 66,56 segundos, tocando unas trece notas por segundo. En diciembre del mismo año, en una demostración para el Guinness World Records Show, Garrett consiguió tocar la pieza en tan sólo 65,26 segundos, batiendo su propio récord.
El público mexicano (me incluyo), ha tenido la fortuna de escuchar en vivo al talentoso violinista. El alemán se ha presentado en el Auditorio Nacional en los meses de enero y noviembre del 2014 y en marzo de 2016 interpretando sus más grandes éxitos y regresará este 2017 para ofrecer una serie de recitales clásicos en el Palacio de Bellas Artes los días 7, 8, 10, 11 y 13 de febrero. Ojalá tengas la oportunidad de asistir a alguno de los conciertos, ya que es todo un deleite escucharlo. Los boletos están a la venta en Ticketmaster y en taquillas del inmueble, con precios desde $1,500 hasta $4,000.
David Garrett no es el nuevo violinista del diablo, pero su talento es innegable. A pesar de sus múltiples retractores, se le debe reconocer su esfuerzo por llevar la música clásica más allá de la clase elitista. Por último, te dejo una composición del maestro Paganini, que sirvió como tema principal para la película El Violinista del Diablo.
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